En la "nueva normalidad" no llevar puesta la mascarilla podría costarnos 100 euros de multa

A partir del 22 de junio habrá terminado el estado de alarma que se mantiene activo -y tras seis prórrogas-, desde el pasado 14 de marzo y esto supondrá enfrentarnos a una nueva realidad o "nueva normalidad".

Pero el dejar atrás el estado de alarma no debe hacernos pensar que ya ha quedado atrás el peligro. ¡NO!

El SARS-Cov-2 sigue ahí y el contagio puede ser tan evidente como lo ha sido hasta ahora, salvo que cumplamos con las recomendaciones de los expertos: distanciamiento físico  y uso de mascarillas

Teniendo en cuenta lo expresado es fácil prever que el Gobierno ya tiene en marcha el nuevo decreto en el que figurarán todas las medidas necesarias para evitar que se siga propagando la enfermedad del COVID-19.

Entre las posibles normas que ya trascienden figura la del uso obligatorio de mascarillas en la calle, en espacios al aire libre y en espacios cerrados mientras sea imposible cumplir con los dos metros de distanciamiento. Se baraja ya la cantidad de 100 euros (aunque podría cambiar) en concepto de multa en caso de infringir esta obligación.

En cualquier caso, habrá que esperar hasta conocer la decisión final, máxime sabiendo que a partir de la Fase 3 corresponde a cada una de las comunidades autónomas decidir y asumir los pasos a dar en lo que se ha venido a denominar "desescalada".

Es preciso señalar que la nueva realidad que deberemos afrontar a partir del 22 de junio no tiene fecha límite de finalización, ya que esta dependerá de la aparición de la tan deseada vacuna o del óptimo tratamiento para la enfermedad que dé por concluida la pandemia.

Otra de las cuestiones que quedará reflejada en el nuevo Decreto Ley estárá directamente relacionada con los "rastreadores", profesionales que deberán seguir el rastro de las personas que hayan dado positivo a la presencia del virus, con el fin de evitar rebrotes por contagios.

En general, prácticamente casi todas las medidas que se adopten estarán orientadas a evitar aglomeraciones y a garantizar la seguridad allí donde no se pueda cumplir con la establecida distancia física de seguridad.