La subida del SMI y la no actualización del IPREM pone en peligro el acceso a ayudas sociales


Ayudas al alquiler, becas para el estudio, pensión no contributiva para personas con discapacidad, acceso a asistencia jurídica gratuita, acceso al bono social eléctrico, acceso a Vivienda Pública Protegida (VPO) tanto en compra como en alquiler…, son solo algunas de las ayudas a las que, personas en situación de vulnerabilidad económica, no podrían acceder al no estar actualizado el IPREM. La medida de este indicador es la que utiliza la Administración Pública para acotar el acceso a los subsidios, es decir, la Administración te dice: si quieres optar a esto o aquello, tu renta no puede superar tantas veces el IPREM.

Con un SMI que alcanza ya los 1184 euros, es urgentísima la actualización del IPREM, o, por el contrario, peligrará la estabilidad de las familias que dependan de estas partidas económicas para afrontar el día a día y llenar la cesta de la compra - o medio llenar-.

El Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples, IPREM, - ¡qué poquito se habla del IPREM! – es un indicador económico primordial y se utiliza para determinar el importe de prestaciones sociales y ayudas, incluido la cobertura económica del desempleo. Este índice fue creado en 2004 para reemplazar al SMI, o sea, desvincular el cálculo de estas ayudas del SMI, lo que permitía un control más eficiente y específico del acceso a las prestaciones sociales. Mientras que el SMI se enfoca en garantizar un salario justo para los trabajadores, el IPREM se diseñó para ofrecer una medida ajustada que permitiera una distribución más equitativa de las ayudas. 

El IPREM, que actualmente está en 600 €, lo fija el Consejo de Ministros y está sujeto a la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado. Si no hay Presupuestos se prorroga el IPREM del año anterior. Actualmente nuestro IPREM (600 euros mensuales, que suman 8.400 euros en 14 pagas) se corresponde con los Presupuestos Generales del año 2023, ya que en el ejercicio 2024 no se presentaron ni se aprobaron las cuentas públicas y, de momento, pasando el ecuador de febrero de 2025…, pues tampoco. Esto se traduce en que, por ejemplo, las personas que reciben una prestación de desempleo para mayores de 52 años seguirán percibiendo el 80% del IPREM de 2023 y 2024, esto es, 480 € al mes. En esta situación se encuentra el 63% de los beneficiados de esta franja de edad, lo que se traslada en una cifra de 448.907 personas en nuestro país, según los últimos registros del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). 

Pero no sólo son las personas desempleadas mayores de 52 años las que sufren la no actualización del referido indicador económico. También lo sufrirán las que deseen optar a cualquier tipo de subvención o ayuda porque, lo que está claro es que, cuanto más bajo sea el IMPREM menos familias tendrán acceso a los subsidios públicos, siendo su importancia esencial para permitir que los colectivos más desfavorecidos puedan acceder a recursos públicos. 

Otro ejemplo es el referido a la solicitud de becas al estudio, la cuantía de la beca que pudieran conceder dependerá en gran medida de la renta familiar en relación con el IPREM. Cuanto menor sea la renta familiar en comparación con el IPREM, mayor será la posibilidad de que te concedan una beca y, además, de que esta sea más cuantiosa. Si la renta familiar crece en comparación con el IPREM, menos posibilidades tienes de que te concedan la beca. 

Recordemos que en el año 2023 el SMI estaba en 1.080 € en 14 pagas, en 2024 en 1.134 € en 14 pagas y en este 2025 en 1.184 € en 14 pagas. El IPREM se mantiene en los 600 €, casi la mitad del SMI. 

Aunque el IPREM no es el único factor que influye en la cuantía de las ayudas sociales (otros elementos, como la situación personal y familiar de los beneficiarios, también juegan un papel importante), si es necesario tener claro que el IPREM sigue siendo un indicador clave y su evolución tiene un impacto directo en la vida de muchas personas.

Tal es el desfase del IPREM en relación al SMI que algunas administraciones públicas, teniendo en cuenta esta realidad, han multiplicado el umbral del IPREM para facilitar el acceso de la población a las ayudas sociales, ya que de no ser así quedarían vacantes. 

Hace unos días, sobre este asunto se pronunciaban en rueda de prensa Pilar Villarino, directora ejecutiva del CERMI Estatal (Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad), quien indicaba que esta divergencia es una "barrera insalvable" para muchas familias: “El IPREM establece umbrales de renta que no reflejan la realidad económica. Esto deja fuera de las ayudas a quienes realmente las necesitan”. Su valoración se suma a la de Fátima El Afia, asesora jurídica de la CEDDD (Consejo Español para la Defensa de la Discapacidad y la Dependencia), quien ha sido tajante: “El IPREM está completamente desfasado y genera desigualdades inaceptables”.

Casi todos sabemos que la actualización del IPREM implica más gasto. El IPREM lo paga el Estado, sale de las arcas públicas, de los y las cotizantes de este país. Supongo que el SMI ha crecido como ha crecido (casi un 100 por cien desde 2004) porque lo pagan otros. Supongo que, si el IPREM lo pagaran otros, desde el Gobierno del Estado considerarían como inaceptable que el IPREM (en los últimos 20 años ha aumentado un 30%) no creciese también al ritmo de la inflación. 


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