Dos años sin Manolo Vieira
Este 8 de febrero de 2024 se cumplen dos años desde que el gran humorista canario, Manolo Vieira, nos dejase sin su presencia física, pero su recuerdo y su buen hacer siguen intactos e insuperables.
Allá, por el año 2022, Manolo Vieira se despedía de los escenarios tras 42 años de regalar risas y carcajadas. Por entonces muchos sabíamos que el vacío que dejaría en los escenarios sería difícil de suplir, casi imposible, tanto por lo artístico como por lo humano. ¡Es que manolo era buena persona! Y el mejor humorista canario que ha parido esta tierra. Manolo anunciaba que cerraba el Chistera (o le obligaban a cerrarlo. aunque no lo dijera públicamente muchos lo sabían), el rincón del humor que alegró la velada a muchísimas personas y, además, sirvió de trampolín a tantos y tantas -aunque algunos/as ya no lo recuerden-. Manolo se iba con un gran espectáculo en el que tenía puesta toda su ilusión y entusiasmo. Quería dar las gracias a su público con "La última y nos vamos", una gira por todas las islas, por todos los rincones. Y se le esperaba con muchas ganas.
“Siempre me pregunté una cosa: ¿Cómo se bajaba uno del escenario? ¿Cómo puedo decir adiós a tantos amigos y amigas? Y mientras me lo cuestionaba, ha llegado el momento. He vuelto a sentarme con mi equipo de siempre -con ustedes, el público y la familia, mi mayor milagro- y, con todo el amor, la consciencia y la responsabilidad de saber dónde estamos, quiero proponerles un espacio que nos afiance el recuerdo de los tantos buenos ratos que juntos hemos vivido”, sentenció Manolo Vieira.
El auténtico mazazo llegó el 8 de febrero de 2023. Manolo Vieira fallecía con 73 años. Unos días antes, el 31 de enero, tuve la oportunidad de entrevistarle en la radio (fue la última entrevista que dio a un medio de comunicación). Estaba alegre. Su voz irradiaba pasión, exaltación, frenesí. Siempre colaborador con los medios. Siempre tan generoso. Comenzaba su gira y en unos días viajaría a Lanzarote. "Manolo, La última y nos vamos. ¿Y quién paga la última?", le pregunté entre tanta broma. "La pago yo, coño. La pago yo si hace falta. Y si no hay teatros, pago para montar un escenario en la zona de las Canteras y actúo gratis si hace falta", añadió.
No le dio tiempo de comenzar su gira. Ni de descalzarse e ir a pescar durante la jubilación. No le dio tiempo de recoger todos los aplausos que estaban para él. Y que siguen estando.
Por otro lado, dos años después, el edificio de la capital de Gran Canaria donde estaba ubicado el Chistera -y que tanta desazón le produjo-, sigue en pie. Dos años después no se le ha homenajeado como merece un artista de este calibre y que tanta proyección dio a las Islas, dentro y fuera. Dos años después no se ha hecho el "Museo del Humor Manolo Vieira". Dos años después, la Tele Canaria, que tanta caja hizo con los espectáculos de Manolo, ni siquiera se acuerda.
El humorista de La Isleta inició su carrera en los escenarios en 1985, tras dejar a un lado su trabajo y enfocarse en su faceta como humorista. Tal y como él mismo reveló en diversas ocasiones, sus primeras veces las realizó en el mismo bar donde solía desempeñar las funciones de camarero. Un año después abrió su propio local y llegó hasta el Florida Park de Madrid, en el que logró el hito de estar en cartel durante nada menos que 18 meses.
En 1988 dio otro paso en su trayectoria y abrió Chistera, su local de humor en Las Palmas de Gran Canaria. Su carrera no paró de crecer y, de hecho, llegó a dar el salto a Estados Unidos y fue incluido en el programa 'Protagonistas' con Luis del Olmo en 1999. Tres años después, fue galardonado con la Medalla de Oro de Canarias.
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