Feliz Navidad
¿Por qué no decir Sí a la ilusión?
¿Por qué autocastigarnos a mostrarnos en la vida como un Grinch, con el único fin de protegernos de daños infundados...?
La vida, cada día, se nos presenta como un laboratorio de entusiasmo. A cada acción le sigue su reacción, elegida lo mejor que sabemos y lo mejor que podemos.
Ensayo, error o éxito, una y otra vez, en cada instante, siguiendo nuestro libre albedrío.
La costumbre no es un plan. Vivir por costumbre carece de gracia, es aburrido, soso e inquietante.
Adquirir e invertir una dosis de entusiasmo en nuestro día a día, en un mundo caprichoso que va con demasiada prisa, resulta gratificante y poderoso.
Así como el sol se muestra cada día, a pesar de negros nubarrones que amenazan con restar su brillo, así es nuestra existencia aunque nos empeñemos en escondernos: por cualquier resquicio escapa nuestro destello.
El sol no cesará de ser eternamente nuevo.
La ilusión también es renovable, aunque, a veces, no lo percibamos.
Tenemos mil y un motivo para reilusionarnos y dejar que el entusiasmo nos posea.
¡Feliz Navidad!
Comentarios
Publicar un comentario