Aquel 23F


Tal día como hoy, aquella tarde en blanco y negro del 23 F, estaba en clase. 

Se abrió la puerta y entró mi profesor, Adrián Alemán, con un paso tranquilo -como siempre-, pero con preocupación en el rostro -como casi nunca. 

Se acercó a su mesa y sacó de su bolsillo un pequeño transistor, dejándolo sobre esta.

Nos miró a todos y dijo: el que quiera ser testigo de la historia que se acerque a escuchar, el resto puede salir al recreo.

Encendió la radio. Allí nos quedamos él y yo. Él sentado en su silla, apoyando la barbilla en sus dos manos entrelazadas. Yo de pie, inclinada junto a la mesa, apoyando mi cabeza en mis brazos flexionados. 

La verdad, no entendía lo que ocurría pero leía en su rostro que no era nada bueno. Aquel momento me enganchó aun más a la radio y a la actualidad: al aquí y ahora.

Terminó el horario de clase y fui a casa. Ardía en deseos de conectar mi oído a mi pequeña radio azul...

Si, era muy joven por entonces, pero formé parte de la "Noche de los transistores" aquel 23 F.

También recuerdo a mi padre, con la cara descompuesta. 

Y el silencio de la mañana siguiente en las calles...



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