Prisas navideñas

 


Huele a tierra mojada 

y a prisas navideñas, 

a cartones húmedos

y ganas de café caliente...

Aún está allí, envuelto en su manta,

acurrucado en su casa sin techo,

en su belén...

Y te ve pasar y te oye

y siente tu prisa solidaria

y te regalaría su sonrisa libre

pero no le ves...

Es invisible a tu mirada.

Detén tu paso raudo.

Levanta la cabeza.

Desabriga el corazón de la indiferencia.

Da una moneda sin juzgar,

unas palabras de aliento,

una mirada empática

o un gesto simple pero lleno de ti.

Roba la ausencia y regala la presencia

que le hemos arrebatado entre todos...


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