Decíamos que la salud era lo importante, pero no lo era



Todos, en algún momento, hemos dicho eso de "la salud es lo importante. Habiendo salud hay de todo". Pero nos hemos dado de bruces contra la realidad.
Ahora lo entendemos. Ahora que vivimos confinados en nuestros hogares, viendo como se derrumba el modelo económico y productivo que habíamos diseñado...

Y aguardamos.
Y nos decimos:"ya esos se arreglará. Eso después. Ahora, lo importante es la salud. No contagiar ni contagiarnos".

Ahora que le vemos las fauces al lobo, ahora que entendemos que las fronteras son permeables, que no hay tanta diferencia entre unos y otros porque todos somos iguales. Ahora que apreciamos la fragilidad de la vida y la dureza de la muerte en soledad... Ahora valoramos más lo que tenemos y a quien tenemos.

En estos días de encierro saludable nos damos cuenta que las posesiones, a las que hemos entregado nuestro tiempo, son efímeras y poco útiles.
Las cuatro o cinco paredes de tu casa te bastan para sentirte a salvo, con los tuyos, sabiéndose sanos. Eres feliz deambulando con esas prendas cómodas, recién duchado, sin necesidad de maquillajes ni adornos. Miras al interior del armario y sientes como si te estorbara mucho de su contenido, necesitas aire y espacio ahí también.

¿El mundo está ahí fuera o está dentro de tu hogar? Lo importante, ahora, es quedarte en casa.
Lo importante, ahora, está dentro de las casas... Y en los hospitales. Y en las tiendas de alimentación.

Miras tu monedero y ves ese billete de 20 euros que lleva ahí una semana. ¡Una semana! Hace unos días lo hubieses gastado en una hora o menos para satisfacer esas improntas de insatisfacción.
La vida nos ha enviado a la silla de pensar.

Ahora pensamos en los peques y en lo fácil que les resulta quedarse en casa, con los suyos, teniéndoles todo el tiempo. Sintiéndose seguros y ajenos al peligro de socializar en estos momentos.

Tal vez, ahora entendamos lo importante qué es preguntar de vez en cuando por ¿cómo te sientes?, ¿qué tal estás de salud?, ¿cómo está tu familia?,¿tienes ganas de hablar?

Ahora sabemos que la salud sí es lo importante, tanto a nivel individual como global.
Es imprescindible entender que ya no vale eso de sentirte un privilegiado social y que lo que le pasa a otros no tiene porqué pasarte a ti.

Ahora es urgente entender y asumir -para cuando salgamos otra vez ahí fuera-, que somos diversos pero somos iguales, frágiles y permeables

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