Búscame en la calma sosegada
pero no me busques en el silencio,
tampoco junto a los cementerios
ni en las ciudades de gente apurada.
Búscame entre las trompetas calmadas
que nos reclamen con mágico aliento
junto a la brisa de los buenos vientos
por nuestra libertad desesperada.
Búscame cuando estés en plena duda
y necesites de verdad mi auxilio,
que debajo de nuestra eterna luna
siempre se tiene ganado un amigo,
que a través de miles de años perdura
para levantarte después de caído.
Mirra

Comentarios

  1. Hola wapa! Muy bienvenida... y felicidades por esta nueva aventura. Esto es sólo es el principio. Un abrazo fuerte.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Supersticiones y rituales en la víspera de San juan y San Pedro

La Cuesta, ayer y hoy

Taco, un sentimiento