Biden se va. ¿Volverá el "rey" destronado?

Ah, la temporada electoral ha llegado nuevamente, y con ella, el espectáculo más esperado del año: la campaña electoral a la Casa Blanca, con Donald Trump como coprotagonista, acompañado de la entusiasta Kamala Harris.

Porque, seamos sinceros, en lo que respecta a Trump ¿Quién no ama un buen drama? Es como si Hollywood hubiera decidido hacer una secuela de una película que nunca debió existir. 

Y, en un giro inesperado que nos ha dejado a todos boquiabiertos, Joe Biden ha decidido retirarse de la carrera por la reelección. ¡Qué sorpresa! (nótese la ironía)

Después de todo, ¿Quién querría lidiar con el estrés de ser presidente en estos tiempos tan tranquilos y sin complicaciones? Es casi como si hubiera encontrado una oferta irresistible para unas vacaciones permanentes en algún lugar soleado, lejos de los debates acalorados y las conferencias de prensa.

Imagínate lo liberador que debe ser dejar atrás las preocupaciones sobre la inflación, el cambio climático y las tensiones internacionales. En lugar de eso, puede dedicarse a actividades mucho más emocionantes, como ver obras, calcular la velocidad del vuelo de las palomas o contar cuántas veces puede decir "esto es una locura" antes de que se convierta en un deporte olímpico.

Y claro, no podemos olvidar el impacto monumental que tendrá su decisión en el electorado. 

Los votantes, seguramente, estarán encantados de saber que su líder ha optado por una vida más tranquila, quizás incluso organizando picnics en el jardín de la Casa Blanca, mientras dure su estancia allí... 

Al fin y al cabo, ¿Quién necesita un presidente cuando puedes tener un abuelo cariñoso que te cuenta historias sobre "los buenos viejos tiempos"? 

¡Bravo, Biden! La política nunca había sido tan emocionante. ¿Será Kamala Harris la nueva inquilina de la Casa Blanca?

Y si miramos a Donald Trump:

Primero, tenemos su estrategia de comunicación. ¡Qué original! En lugar de debates serios o propuestas políticas coherentes, Trump opta por el clásico "tuit explosivo". Es como si estuviera en una competencia para ver quién puede lanzar el insulto más creativo. ¿Política? No, gracias. Prefiero un buen meme. ¡Y el partido que le está sacando a ese terrible atentado (que nunca debió suceder, por supuesto)!  Constantemente dice que sigue vivo porque Dios tiene para él una misión importante. Pero, ¿es que nadie le ha dicho que Dios solo se lleva a los buenos? 

Y hablemos de sus promesas. Cada vez que abre la boca, es como si estuviera sacando un nuevo juguete de una caja mágica. "Voy a construir un muro", "Voy a traer de vuelta los empleos", "Voy a hacer que América sea grandiosa otra vez". Es casi conmovedor ver cómo intenta recordar lo que prometió en la última campaña. Tal vez debería considerar escribirlo en una pizarra gigante para no olvidarlo.

No podemos pasar por alto su relación con los medios. Ah, los medios… esos villanos en su historia épica. Cada vez que le hacen una pregunta incómoda, es como si le hubieran lanzado agua fría en pleno verano. Su respuesta habitual: “Fake news”. Porque claro, es mucho más fácil descalificar a los periodistas que responder a las preguntas difíciles.

Y qué decir de sus seguidores. Son como un club exclusivo donde todos llevan gorras rojas y comparten memes sobre cómo el cambio climático es solo una invención de los científicos aburridos. La lealtad inquebrantable es admirable; después de todo, ¿Quién necesita hechos cuando tienes carisma?

Finalmente, no olvidemos su habilidad para reinventarse constantemente. Un día está hablando sobre la economía y al siguiente está organizando un mitin donde promete que los extraterrestres vendrán a salvarnos (bueno, eso podría ser un poco exagerado). Pero, ¡acaso no es entretenimiento puro!

Así que aquí estamos nuevamente, listos para otra ronda del circo político más grande del mundo. Con suerte, esta vez nos dará algo más que risas nerviosas y momentos incómodos. O tal vez no. Después de todo, ¿Quién necesita estabilidad política cuando puedes tener un espectáculo...?