Tecnología española: gran éxito de las mascarillas del CSIC dentro y fuera de nuestro país


Desde la primera quincena del mes de agosto llegaron al mercado las primeras quinientas mil mascarillas desarrolladas por el Consejo Superior de Investigaciones Sociológicas (CSIC) producidas con este material filtrante, mascarillas que también se comercializarán en Alemania y Latinoamérica. Los investigadores aseguran que estas mascarillas tienen mayor tiempo de usabilidad y, en breve serán antimicrobianas y biodegradables. 

Un equipo de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha desarrollado un nuevo material para filtros de mascarillas sanitarias basado en nanofibras. Este nuevo material, desarrollado por el equipo del investigador José María Lagarón, del Instituto de Agroquímica y Técnica Alimentaria (IATA-CSIC), y la empresa de base tecnológica del CSIC Bioinicia, se aplica a las mascarillas sanitarias FFP1, FFP2 y FFP3 y quirúrgicas.

Esta nueva tecnología es fruto de distintos proyectos (plataforma Salud Global del CSIC y por la convocatoria del Sistema Valenciano de Innovación e Investigación de la Conselleria de Innovación, Universidades, Ciencia y Sociedad Digital), para abordar la pandemia de Covid-19. "Desde el inicio de la pandemia el CSIC está desarrollando una estrategia que asegure que el conocimiento y las tecnologías relacionadas con el Covid-19 lleguen lo antes posible a la sociedad en condiciones razonables para su adquisición. Este es un ejemplo claro de éxito de colaboración público-privada, en este caso con una empresa de base tecnológica nacida del CSIC", señala la doctora Ángela Ribeiro, vicepresidenta adjunta de Transferencia del Conocimiento del CSIC.

Estas mascarillas cuentan con la certificación especial CPA FFP2, que Europa ha lanzado para resolver la emergencia que se creó al interrumpirse el comercio de ciertos materiales de filtración que provenían principalmente de China. Han sido certificadas por DEKRA y APPLUS+.

Estas mascarillas podrán ser utilizadas por la población durante varios días. También están pensadas para profesionales sanitarios, personal de líneas aéreas y para fuerzas y cuerpos de seguridad del estado, en cuyo caso la recomendación es usar una al día.

Se pueden adquirir a través de Bioinicia S.L. (proveil@bioinicia.com), que es cotitular junto con el CSIC de la patente de la tecnología, y de sus redes de distribución que suministran a organismos públicos, farmacias y supermercados.

Esta iniciativa no pretende competir a medio y largo plazo con los fabricantes de mascarillas ya existentes sino crear una red de fabricantes de calidad a los que servir el filtro o las máquinas industriales para hacerlo. Esta tecnología presenta bastantes ventajas frente a la tecnología tradicional y además es igual de económica.

Se estima la fabricación de 800.000 unidades en julio, agosto y septiembre, hasta llegar a fabricar 4 millones por mes. A partir de octubre, se espera fabricar 11 millones a la semana.

Este grupo de investigación también ha desarrollado un modelo de filtro antimicrobiano y otro biodegradable, que llegarán al mercado en septiembre. A partir de entonces, todas las mascarillas hechas con el filtro de Bioincia S.L., denominado PROVEIL, serán por defecto antimicrobianas.

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