Un domingo cualquiera

 


La mañana está hecha de silencio, roto, en ocasiones, por el sonido de un pájaro que escucho a lo lejos.

Es domingo. Y no un domingo cualquiera. Lo que tiene de simple, de habitual, lo tiene de extraordinario. Como cada persona.

A bote pronto, y mirando la masa en su conjunto nada sobresale. Pero si nos fijamos en las peculiaridades y valoramos las diferencias, cada quien brilla por sí mismo de una manera única y valiosísima.

Si, es cierto que, en ocasiones, hay quienes ya ni brillan. ¡Algo habrá pasado con su luz! A lo mejor, solo es cuestión de adaptar mejor su fuente de energía.

Por lo general, el brilli brilli auténtico está presente en cada quien, mostrándose maravillosamente diferente e igualmente interesante.

Me encanta la luz que desprende lo sencillo, lo anónimo, lo habitual..., donde se encuentra la esencia de lo valioso.

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