Cuando una pierna puede mejorar tu vida, se mueve el mundo, si hace falta.

Tapas de plástico, campañas de crowfunding, eventos solidarios..., lo que haga falta se realizará hasta lograr los miles de euros que necesita Gara Brito para disponer de una pierna ortopédica que le permita vivir, con salud. Así lo piensa, así se lo ha planteado y así lo transmite.

Gara Brito es una joven tinerfeña, natural de Güímar, de la Corujera, en San Juan y residente en Santa Cruz. Su familia materna es de este precioso enclave de la isla, donde vivió y trabajó, en su propia empresa, un negocio que tuvo que cerrar cuando necesitó ser trasplantada de corazón, hace tres años.

La salud de Gara, una luchadora donde las haya, se vio resentida desde muy niña. Con apenas tres años y medio fue diagnosticada de un cáncer de hueso, afectando a su fémur. A consecuencia de esto, con seis añitos, le amputaron la pierna derecha. A partir de entonces y hasta ahora, esta joven de 29 años, vive con una pierna ortopédica, concedida por la Seguridad Social, pero que prácticamente sólo le permite trasladarse.

Y claro que está bien, ¡esa pierna hace su función!, pensarán algunos. Sin embargo, cuando un médico cardiólogo te prescribe ejercicio físico, indispensable para mantener la salud de un corazón trasplantado... entonces ya, lo que podría parecer bastante se antoja insuficiente.

“Desde niña llevo una pierna ortopédica, normal, las que da la Seguridad Social pero, al ser trasplantada, el cardiólogo me recomendó hacer cardio para que el corazón no se duerma... Tengo que correr, nadar, hacer bicicleta, en fin, hacer ejercicio para que el corazón funcione. Y con la pierna que tengo actualmente no puedo. Esta pierna me limita muchísimo”, explica Gara Brito, exponiendo esos momentos del gimnasio que la enfrentaron a la realidad, “Teniendo en cuenta las recomendaciones del médico me apunté en el gimnasio y es, bajo esa circunstancia, cuando me dí cuenta de mis límites. Por ejemplo, no puedo hacer buen uso de una bicicleta elíptica. Tampoco mi pierna me permite hacer una serie de ejercicios que son fundamentales para mi salud”

El pasado mes de noviembre se llevó a cabo un evento solidario para recaudar fondos. Una amiga de Gara, Dácil López, se encargó de organizarlo todo. Este acto se celebró en el Campo Tasagaya, en Güímar. Acudieron aproximadamente mil personas y se recaudó en torno a los dos mil euros.

Grano a grano, aportación a aportación se va ir sumando hasta alcanzar los 58.000 euros que necesita esta joven para su pierna y para poder disfrutar de mejor calidad de vida.

Comenta Gara que necesita esta pierna tanto como vivir y la pensión que cobra no le permite costearla. En cuanto al presupuesto, tal vez, sufra alguna modificación porque diferentes ortopedias, al conocer su caso. están intentando conseguirle algo más económico. Según nos comenta, “58.000 euros fue el primer presupuesto que nos dieron. Se trata de una pierna que me va a permitir vivir casi sin límites. Ejercitando mi cuerpo en tierra y mar, porque también me permitiría nadar. ¡Podría hacer de todo!”, matiza. Otros presupuestos son de menor cuantía y corresponden a una pierna que la limitaría. Otros ortopedas, nos dice, desean echarle una mano “por ejemplo, en la Ortopedia Curbelo, en Güímar, su responsable se ha puesto en contacto y quiere colaborar conmigo de alguna manera y dentro de sus posibilidades”.

En cualquier caso, no es esta la única ortopedia que ha mostrado su solidaridad. Nos nombra otros empresarios de este ramo que se han hecho eco de su necesidad y que le han mostrado interés en ayudarla, un gesto que agradece enormemente, como también agradece a cuantas personas, entidades y empresas que se han solidarizado con ella.

Estas dos amigas se han propuesto andar la distancia que sea precisa hasta lograr su objetivo, que no es otro que calzar a Gara con una pierna ortopédica que le permita tener contento a su corazón, algo en lo que podemos colaborar todos, si lo deseamos... Pueden informarse de como sumarse y ayudar a esta joven a través del número de teléfono 659444613

Por poquito que se dé a esta causa, cada vez la meta estará más cerca. Gracias, de corazón a corazón.