El movimiento detenido


A veces nos sentimos como atascados, ni retrocedemos ni avanzamos. Quietos, atrapados en el silencio del todo e impulsados por nada hacia cualquier parte. Quizás sea el momento de lanzarse al piélago, sin miedo, conquistando la oportunidad o, tal vez, solo sea el instante de danzar en el abismo de lo desconocido con tu mejor baile. 

Sea como sea, a veces estamos así, como jugando con la esperanza y la conformidad, entre estáticos y sosegados, aceptando que desde la calma del momento es desde donde mejor se divisa el horizonte... 

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