Día de Reyes

Hace tres días celebré mi cumpleaños y hoy es Día de Reyes. La casa huele a café recién hecho y a espuma de afeitar. Mi padre, que se afeita en el baño, ha dejado la cafetera a medio fuego y el aroma sale de la cocina y llega hasta la habitación. Me levanto silenciosamente de la cama, salgo hasta la puerta, sin rozar las camas de mis hermanas para no despertarlas, y miro al salón... "¿Ya llegaron los reyes?" , me pregunta una de ellas produciéndome un sobresalto que hace que, sin querer, tire un objeto al suelo. "¿A dónde vas ya?" , me pregunta mi padre con un tono burlón y sarcástico. "Es que tengo ganas de hacer pipí" , le digo mientras avanzo hacia él pero con la vista puesta al lado contrario, justo a donde dejé mi zapatito la noche anterior. Y no puedo reprimir el gritito de entusiasmo que me sale de la garganta: "¡Qué ya llegaron los Reyes, qué está todo lleno de paquetes!". Mis hermanas saltan de la cama y avanzan entre gritos de alegría...