Día del Trabajador y casi nada que celebrar
El 1 de mayo se celebra -por todo lo alto y con festivo incluido- el Día Internacional del Trabajador en un contexto en el que, al menos en nuestro país, el trabajo es uno de los principales problemas según los españoles: para unos porque no lo tienen y para otros porque teniéndolo, a veces, deben tragar con ruedas de molino para mantenerlo. A pocas horas de haber conocido los resultados de la Encuesta de Población Activa me pregunto qué diablos tenemos que celebrar. Según los primeros análisis triunfalistas de la EPA nuestro país va bien, saliendo poco a poco de la crisis económica pero, si se profundiza en los datos, solo observamos efímeros espejismos ya que si el desempleo desciende es, básicamente, por el descenso de la población activa: unos se han jubilado esperando una oportunidad en el mercado laboral, otros han regresado a sus países de origen o han migrado a destinos con un mercado laboral emergente y muchos, simplemente, se han aburrido de buscar un trabajo qu...