Cadena solidaria a través de facebook

Si se quiere, se puede...¡y vaya si se puede!

Confieso que en un principio cuando uno de mis contactos de facebook me añadió al grupo "Cadena de Favores" me mostré escéptica y pensé, "uff, otra manera más de aprovecharse de la buena voluntad de la gente" pero, me han bastado sólo unos días para comprobar que las buenas intenciones continúan existiendo y logran muy buenos resultados.

Siempre he mantenido la idea que solidario no es únicamente el que renuncia a una vida cómoda y marcha a África a ayudar a los que allí viven o, el que separando una parte de sus ingresos, lo destina a apadrinar un niño de otras latitudes. Solidario es también el que se preocupa y ocupa del bienestar del más próximo, de su vecino, de un conocido de un familiar lejano o de quién sea de nuestro barrio, de nuestra ciudad, de nuestro entorno.

En ocasiones nos conmovemos con la imagen del niño desnutrido y lloroso que nos muestra un reportaje de televisión rodado en la India, en Nepal o en cualquier otro lugar pero, a la vez, pasamos inmunes por delante de la puerta de la casa de al lado donde mal vive una familia con 300 euros mensuales y que a penas le alcanzan para pagar el alquiler; sabemos que allí vive una pareja con sus tres niños y que les han cortado el agua y la luz pero "mejor no meternos en su vida, seguro que alguien les ayuda..."

Claro que alguien les ayuda, además existen muchísimas personas con deseos de ayudar, sólo necesitan un empuje; alguien que las organice, que proponga ideas y que valore...todo ello sin pedir nada a cambio, sin condiciones, sin imponer cuotas económicas ni obligaciones. Cada uno da lo que tiene y, por poco que parezca, cuando suma, es un montón.

Algo así está ocurriendo en este grupo de la red social al que me refería anteriormente. Supongo que comenzó como una buena idea ante el caos en el que un día sí y otro también vamos sobreviviendo, como un intento de "¡haber qué pasa porque algo hay que hacer!".

Lo cierto es que son y somos muchos los que estamos hartos de ver como el hambre y la necesidad se expande a nuestro alrededor mientras nos sentimos impotentes frente a la realidad y dudamos de si ya es momento o no de "poner las barbas en remojo" por aquel dicho de "cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar" porque, lo que está claro, aquí nadie es mejor que nadie y el mundo está en continuo movimiento...

"Cadena de Favores empieza contigo" en sólo unos días cuenta ya con casi un millar de seguidores y, ¡segurísimo!, ha arrancado una sonrisa de esperanza y de ilusión a más de uno.Basta leer cualquiera de sus entradas para entender de lo que escribo.

En cuanto se expone el caso asombra la cantidad de respuestas inmediatas, cargadas de sentido común, responsabilidad y efectividad que pueden leerse y entre líneas, además, puede observarse la necesidad palpable de ayudar, de sentirnos y ser útiles ante la coyuntura económica adversa que estamos viviendo.

Las necesidades de las personas o familias que necesitan de nuestro apoyo van desde algo de comida; tal vez,un poco de ropa o algo de dinero para abonar un recibo atrasado de luz o agua y así evitar evitar un corte en el suministro.

Algunas sólo necesitan (nada más y nada menos) que alguien esté dispuesto a acompañarles un ratito para que su enfermedad, su edad o su soledad sea más llevadera.

Con este tipo de experiencias queda patente que las redes sociales son un campo inimaginable para la solidaridad, donde un importante abanico de personas están dispuestas a dar "aire y oxígeno" a los que lo necesiten, de verdad y en tiempo real.








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