Casas con gente sin casas

Aquellas expresiones: 
¡Cómo anda la cosa! ¡La cosa que anda! ¡La cosa está que arde! ¡Si escapamos de ésta, escapamos locos! ¡Esta crisis acaba con nosotros! ¡La cosa no hay quien la soporte!  Y así  tantas otras que ya -afortunadamente- se escuchan cada vez menos. Pero los efectos siguen ahí...

Paseando por mi calle, en mi barrio, durante años, al voltear una esquina, siempre me encuentro con el mismo paisaje...
Recuerdo lo que había antes: Un solar repleto de ratas y basura.

Alguien o alguna empresa, inmobiliaria o de construcción, compró aquel "vertedero". Con sus grúas escavaron  hasta lo más profundo. Y desde ahí comenzaron a levantar pisos que los futuros propietarios compraron, primero, sobre plano, posiblemente endeudándose en una hipoteca firmada con algún banco, e ignorando que no vivirían en ellos...

En el año 2010 o 2011, el edificio estaba prácticamente terminado, casi a punto para ser entregado. Pero, por entonces, la crisis ya se había hecho con el papel protagonista de la historia. 
Desempleo, paro, embargos, empresas que cierran, desahucios... ¡y muchísimas ganas de seguir comiendo!

Los primeros en llegar al edificio fueron los "saqueadores". Se llevaron todo aquello que podía ser vendido: Grifería, piezas de sanitarios, carpintería metálica como puertas y balcones, casi todo.

Y después llegaron las personas, pocas, que se habían quedado sin casas y necesitaban esas casas que no guardaban a gente...



Pero después vinieron más personas, familias, y ocuparon todo el edificio, haciendo de aquel esqueleto pintado de blanco sus hogares.


El problema se hizo más visible. Imposible mirar para otro lado. Entonces vinieron los políticos a conocer la realidad, a dialogar, a  proponer, a prometer.
Y el tiempo pasó y sigue pasando... pero no pasa nada, al menos, diferente. Y los años se cumplen. Y el problema se agrava...


Y se reivindica...

Y  queda el "derecho al pataleo"...






Y parece que, lejos de solucionarse el problema, empieza a trasladarse de lugar...


porque, lo cierto, es que continúan habiendo muchísimas casas vacías, sin gente, y muchísimas personas sin casa.


Porque el problema no se ha solucionado, sino que se muda a pocos metros...
¡La cosa sigue estando entre nosotros, para unos más que para otros!


Comentarios

Entradas populares de este blog

Supersticiones y rituales en la víspera de San juan y San Pedro

La Cuesta, ayer y hoy

Taco, un sentimiento