Caer en la Red

Otro despertar...

Otro amanecer...

Otra jornada...

Aún en la cama y con el sol dándome en las narices, cojo el pinganillo de la radio y escucho. Sobra decir que es mi compañera desde siempre, desde muy niña, es lo último que atiendo antes de caer en los brazos de Morfeo y lo primero que oigo al despuntar el día.

Varias voces, ellos le preguntaban a ellas. Se trataba de una entrevista entre compañeros de los medios. Una de las periodistas, Cristina Pardo, hablaba de su libro "los años que vivimos PPeligrosamente" o algo así.

Estas compañeras relataban varias de sus experiencias en los medios de comunicación, sus vivencias muy cercanas, día a día, cubriendo noticias de los altos dirigentes del Gobierno.

Mientras hablaban conseguía dibujar en mi mente esas escenas con mucha nitidez, no resultaba difícil, solo se trataba de comparar escenarios...

Confieso que me sorprendí sonriendo mientras revivía una de aquellas anécdotas como algo mío; también me visualicé en el ascensor, junto a Rajoy, hablando de fútbol...o en una de esas ruedas de prensa protestando por la manipulación en ese "turno de pregunta".

¡Qué guerreras!,-me dije.

¡Cómo yo! -pensé.

Pero rápidamente corregí: 

¡Cómo yo no!, Ellas están ahí y yo aquí, lejos de ese mundo. Tal vez ya, ¡inalcanzable!

Apagué la radio en un arranque de tristeza contenida y encendí el ordenador.

Busqué el refugio de la Red -de facebook- y comencé a leer frases de mis contactos, frases de ánimo, de positivismo, de seguir avanzando. 

-Ahhhgggg, ¡bobadas!-aseveré.

Ahora entiendo lo que se siente cuando estás hasta "el mismísimo" y te vienen hablando de pajaradas. 

En esos momentos miras a tu  alrededor, todo está igual, solo es otro día, ¡otro más!. Nada ha cambiado y percibes que sigues colgado del mismo precipicio, bailando en su borde, ¡como si el abismo no fuera contigo!¡Qué ironía!

Deseas gritar "Socorro" pero...¿para qué?, ¿a quién?, ¿por qué?

Deseas mandarlo todo a la mierda, empezando por uno mismo. Solo es un arranque, uno más, una furia contenida que te has permitido el lujo de sacar, de exteriorizar... porque sabes que vas a seguir luchando, que el mundo también te pertenece y que, aunque a otros les dé igual a ti no.

No es necesario rebuscar demasiado para encontrar motivos, el primero uno mismo y después millones más

Y vas a tu muro, a tu privacidad y caes en la Red y escribes:

-Hoy puede ser un buen comienzo para empezar a restar vida a las frustraciones.

Y ahí lo dejas. Solo es una recomendación más, de esas que día tras día te auto-aplicas...