Una vida de colores...
No todo es de color rosa pero tampoco todo es negro.
Si en los amaneceres sigue enamorándonos ese tapiz de tonalidades con destellos naranjas, rojos y ocres, no dejemos que los grises que nos rodean nos cieguen.
Permitámonos, partiendo desde nuestra propia sombra, redescubrir nuestro horizonte más cercano, destacando las gamas más destellantes de la perseverancia, el optimismo y la paciencia para continuar pintando, a nuestro antojo, en nuestro presente
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