Se necesitan clientes

Al merodear por los diferentes artículos de economía de distintos periódicos es inevitable sentir que una angustia galopante se va adueñando de nosotros, no tanto por lo que se lee -¡qué ya se las trae!- sino por lo que no se lee y que aguarda ahí, entre líneas, esperando a ser descifrado por un entendido en la materia.
Confieso que hace algo más de un año esta sección de los periódicos casi me la saltaba, leía titulares y ya, ¡me bastaba!, sin embargo, ahora es el tipo de información que más demando, ¡me gustan los retos y, después de mucho leer y escuchar, siento que sigo sin entender nada de nada salvo..., que cada vez la suma de parados es mayor, que los precios continúan ascendiendo imparablemente, que también asciende el número de personas muy pobres y el número de personas muy ricas, que se llevan a cabo reformas laborales que no sirven para crear empleo, que en las listas electorales a las elecciones generales españolas no estaban ni Merkel ni Sarkozy pero son ellos los que gobiernan, que el Estado de Bienestar peligra, que la Prima de Riesgo sube, que se corre el riesgo de que nos tengan que rescatar.

Eh, ¿he dicho rescatar?. Me explico, en caso de un rescate lo que se rescata son los bancos europeos en suelo español, los españoles seguiremos pasando hambre si llegara el caso, a las personas no nos rescata nadie, es lo que está viviendo la población griega, nadie los rescata de la miseria; todo ese dinero que se inyecta en rescates es para salvar a la banca, a la que nos ha metido en esta crisis.

Y sigo diciendo la que nos ha metido en la crisis aunque desde diferentes frentes intenten desviar la atención del sistema financiero para pasar a responsabilizar de la crisis económica a la "deuda privada" pero, ¿quién o quienes permitieron que las familias se endeudadaran por encima de sus posibilidades?, y sin meterme con los créditos hipotecarios, ¿quién o quiénes, con cámara digital en mano para sacar copia del DNI en plena calle, paraban a los transeúntes, con determinado perfil, a cualquier hora del día, ofreciendo créditos al instante sin exigir unas mínimas garantías?

Claro que la otra parte tenía libertad para decidir si aceptaba o no pero, ¡la tentación estaba servida, tenía buena pinta, buen sabor y habían ganas de comer! La realidad es que esas "ganas de comer" nos han llevado "al hambre y a la miseria"

...Y mientas tanto, ¿qué?

Pues más de lo mismo o peor. El cambio de gobierno no parece que haya servido de mucho, al menos para los parados y para los que ya veían las orejas al lobo y que, irremediablemente, en estos cuatro meses han bajado la reja de su negocio, echado el candado y colgado el letrero de "Se Alquila".

No se puede obviar la desilusión de la gente, de un pueblo que sigue aguantando estoicamente el debacle social y económico, planteándose si las políticas que se han puesto en marcha sirven para algo...

Dicho está por el propio presidente del Gobierno, "el paro seguirá aumentando este año", con lo cual más empresas se destruirán. Las medidas de ajuste, recortes y "ahogamientos" sólo servirán para reducir el déficit público, para sanear las cuentas...

Ante la panorámica que se dibuja ante nosotros, sólo se me ocurre una cosa: "el que quiera lapas que se moje el culo...", que se estruje los sesos, que idee sus propios planes para salir adelante aunque parezca que la solución gira en torno a la misma idea:

Si no hay sueldos no hay consumo, si no hay consumo no hay demanda, si no hay demanda no hay oferta, si no hay oferta no hay producción, si no hay producción no hay empresa, si no hay empresa no hay trabajo, si no hay trabajo no hay nada y el déficit continuará creciendo.

Este planteamiento lo tiene muy claro el pequeño y mediano comerciante y, tal vez, por eso intenta poner en marcha medidas directas, eficaces y económicas; ha descartado hacer reformas costosas y dolorosas en su proyecto, consciente de que debe pagar sus facturas y ajustar su déficit ha ido por lo único que puede salvar su economía: por el cliente

Lo escribí anteriormente y repito que, prácticamente, no entiendo nada de economía pero pienso que si casi todas las acciones se encaminaran a recuperar al cliente, crecería el consumo y las empresas, descendería el paro y quedaría dinero suficiente para ir pagando lo que se debe, hasta que ya no se deba nada y, entonces, volvería a gobernarnos el elegido democráticamente en nuestras urnas.

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